Las Leyes del Marino-Antonio Abascal Díaz Barreiro
Las leyes del marino
Todo empieza en Puerto
Mahúl, un grupo de niños iban de vacaciones con su tío José Ramón, quien los acogió
en su casa junto con su esposa y Nievecitas, quien era su única hija. La tía les dijo que tenían que cenar muy bien
y descansar, ya que al día siguiente el
tío los llevaría de pesca. Todos muy contentos se fueron a la cama, para así
dormir y poder madrugar. Dieron las seis de la mañana, era inevitable no
escuchar la trompeta del tío Ramón, el que dicen fue un marino. La tía ya
estaba despierta, con el desayuno sobre la mesa, y algunos almuerzos y agua
para el camino. Los tres sobrinos y nievecitas se subieron a la camioneta, se
dirigían al puerto. Todos esperaban un barco enorme, magnifico, al llegar al
puerto, se encontraron con una pequeña lancha, que se llamaba la tiburonera, al
parecer estaban un poco desilusionados, debido a las grandes expectativas de lo
que sería la aventura. Todos abordo, dijo el tío Ramón, todos estaban un poco
asustado por lo que el tío ramón dijo: Tirarse al mar venciendo el miedo, hacía
referencia a que ninguno tenía que tener miedo, una vez adentro del mar, tenían
que atenerse a las leyes del marino, abordo venia uno de sus amigos del tío
Ramón, se adentraron en el mar, era normal los mareos que algunos tenían, la
sed, el hambre, así que decidieron para en una pequeña población en donde vivía
el otro mayor que venía abordo, se bajó con la noticia de que su perro había
muerto, un excelente perro, muy bien entrenado, y cuentan que hasta la fecha se
siguen escuchando los ladridos del perro en lo alto del cerro. Todos
continuaron en su aventura, excepto el otro adulto, que se quedó en la isla. La
aventura continua, y mientras esto pasaba, el tío continuaba narrando las leyes
del marino. Al fin se detuvieron en un lugar en donde habida mas oportunidad de
pescar, todos con su caña en la mano, pasaban los minutos y nadie lograba
pescar nada, hasta que la caña de nievecitas se movía de un lado a otro, al parecer
había pescado algo, pero dado su pequeño tamaño, no lograba alzar la caña de
pescar, por lo que el mayor de los sobrinos, ansioso por pescar algo, empujo a
nievecitas y tomo la caña, por lo que de inmediato el tío Ramón lo regaño y le
dijo: No dar puñaladas por la espada; Cuando yo era marino, nosotros bailábamos
cada noche, había una señorita llamada Marina, quien había estado con la
mayoría de los de la tripulación, en una ocasión uno de mis amigos, se puso muy
borracho, al ver a Marina bailar con otro marino, se enfadó tanto, que le echo
bronca al otro marino, quien estaba en sus cinco sentidos, y le dio un fuerte
golpe en el ojo a mi amigo borracho, yo lo llevaba cargando, lo deje sentado en
el piso por un rato, en lo que se calmaba, cuando de repente se escucharon
gritos, al parecer mi amigo borracho le había enterrado a aquel marino, un
tenedor, yo era lo más cercano que tenían a un doctor, ya que sabía primeros
auxilios, me llevaron a la enfermería, tratando de parar la hemorragia,
mientras mi amigo a fuera, no sabía lo que le pasaría, de inmediato el capitán
me informo lo que estaba pasando, no me dejaban salir, trate de defenderlo,
pero si yo hacía algo, también moriría. Le apuntaron con un arma en la cabeza,
su muerte fue rápida, y para no dejar ningún rastro, amarraron a sus piernas
piedras, pesadas piedras, para que se quedara su cuerpo en el fondo del mar, y
el tío Ramón, durante su juventud cada que podía bajaba a bucear para pedirle
perdón a su amigo, quien al transcurrir los años, solo quedaron sus huesos. El
mayor de los sobrinos, le pido perdón a Nievecitas por lo ocurrido sin embargo
no pudieron pescar nada tal vez el pez no agarro bien el anzuelo. Nievecitas
comenzó a llorar, por lo que el tio dijo: Pasar las penas llorando quedo; Fue horrible
ver morir a mi amigo, pero si yo hacía algo en contra me vería en la necesidad
de tener que morir. Eso fue lo que dijo el capitán, por lo que lloro hasta que
paso la pena. Nievecitas se tranquilizó un poco. El mayor de los sobrinos se
sentía muy culpable por lo que había pasado así que el tío le dijo: Y las culpas aventarlas por la
borda; Fue lo que el capitán le dijo a el tío Ramón, ya que se sentía culpable
por la muerte de su amigo y el no puedo hacer nada. Continuaron su aventura,
era hermoso el color del agua, eran tan claras que podías ver todos los peces,
y la flora marina, se detuvieron un poco, todos lanzaron de nuevo la caña de
pescar con la esperanza de que esta vez, tuvieran más suerte y pudieran pescar
algo. Así fue, cada uno pesco algo, el menor de los sobrinos logro pescar una
marrana, era un pez sumamente grande, que al sacarlo del agua tomo un color
entre gris y blanco, era gordo con mucha fuerza en la cola ya que estando en la
lancha no dejaba de pelear. La siguiente cosa que pescaron fue un pez que le
llamaban mariposa, tenía hermosos colores, por lo que su tío les dijo que la
regresaran, ese tipo de animales no son para comer, si no para apreciar debajo
del agua. También pescaron otro pez, pero el tío dijo que estaba a punto de poner
huevos, por lo que la regresamos al mar, al final solo nos quedamos con dos
pescados. Durante el viaje, el tío iba contando sobre las grandes bestias que
tiene el mar, una de ellas, los tiburones, por lo que en la lancha siempre
cargaba con su arma para espantarlos. Se aproximaban a una pequeña isla para
ahí comer sus alimentos, cuando de pronto nievecitas empezó a llorar, al
parecer se había cortado con el hilo de la caña, su tío estaba preocupado, ya
que los tiburones pueden oler la sangre, claro si es que nievecitas derramo una
pequeña gota de sangre con eso bastaría para tenerlos sobre la lancha. No pasó
nada, ningún rastro de algún tiburón, cuando se acercaban más a la isla,
teniendo mucho cuidado, ya que había muchos arrecifes, que podían atorarse en
la pequeña lancha, se pudo observar debajo del agua, una gran sombra, media
alrededor de unos 2 metros, era un tiburón blanco, el tío de inmediato saco su
pistola y dio tres tiros sin dirección al
agua, todos estaban espantados, ya que este tipo de depredadoras pueden matarte
en segundos, dada su afilada línea de dientes, pero el tiburón tenía otra
característica, tenían doble línea y eran más grandes y peligrosos. El tiburón se marchó, todos estaban aterrados
por lo ocurrido, muy acalorados; el tío se quitó la camisa y se metió a nadar,
todos tenían miedo de entrar al mar ya que temían que el tiburón regresara, el
menor de los sobrinos, quería impresionar a nievecitas, así que se quitó la
playera, y alcanzo al tío Ramón, era más que excelente, hacía mucho calor, y
esto refresco muchísimo a los dos. Todos admiraban la valentía del sobrino más
pequeño, ya que ningún se atrevió a entrar al agua. Regresaron a la lancha, ya
era tarde, todos estaban preocupados, ya que estaban en mar abierto, y el
cualquier momento comenzaría a subir la marea. Los fuertes aires empezaron a
soltarse, la lancha se movía brutalmente, el tío por primera vez lo vimos muy
asustado, podía verse en el cielo, las nubles nubladas, lo que significa,
habría una gran tormenta, y si no llegábamos a un lugar seguro, podríamos
perdernos en el mar o hasta morir. Todos los sobrinos estaban muy espantados,
el mayor de los primos, y el tío tenían los remos, era difícil luchar contra
las corrientes del mar. Y para colmo se le empezó a meter agua a la lancha, así
que el tío les ordeno a todos sacar de inmediato el agua, y al menor de los
sobrinos buscar el hoyo por donde se estaba metiendo el agua, lo pudo
encontrar, de inmediato el pequeño sobrino se quitó un calcetín y pudieron
tapar el orificio. El tío siempre contaba que cuando estuvieran con el no iban
a perderse, ya que en el ombligo tenía una brújula integrada, vieron tierra,
estaban muy entusiasmados, ya se imaginaban a la tía Dolores, en la comisaria,
pidiendo ayuda por sus sobrinos, que se habían perdido en el mar o peor aún el
mar se los había tragado. Llegaron a tierra, todos estaban muy agotados, así
que buscaron un lugar en la arena y todos se acostaron, a lo que el marino
dijo: Tener cada noche un nuevo sueño, estar a salvo, y reírse en ocasiones del
ombligo. Todos comenzaron a reír. De inmediato el tío Ramón se percató que no
estaban en Puerto Mahul, si no en la isla de la condesa, comenzó a contar la
historia, se dice que era una hermosa mujer que venía de España, esta mujer
habia tenido amoríos con muchos hombres, y dada su hermosa belleza, la tacharon
de bruja, asi que antes de que la encontrara la santa inquisición se vino para
Puerto Mahul, en donde se casó con un conde y se le regalo una mansión, la isla
no aparece en el mapa, se dice que la isla llega a ti, no tu a ella, al paso de
los años, esta bruja, empezó a envejecer, sus ojos caídos, su piel arrugada, la
boca torcida y le salió una joroba, con sus afilados dientes se comía a los
hombres, y se dice que llora todas las noches por la pérdida de su belleza.
Todos se acostaron al lado del tío Ramón, en un lugar seguro, pero tenían miedo
ya que estaba en la isla de la condesa. El tío Ramón les dijo que la única
forma de salvarte de la muerte es: Ser tu propio dueño. Todos estaban tranquilos,
durmiendo, cuando empezaron a sentir en los tobillos agua, la marea estaba
subiendo, así que tenían que avanzar unos cinco metros hacia delante para que
fuera más seguro, el tío estaba en un profundo sueño, así que tuvieron que
jalarlo con todas sus fuerzas. Se acostaron y a los quince minutos, el agua de
nuevo les tocaba los tobillos, esta vez avanzaron 10 metros adentro, para estar
más seguros, arrastrando a su tío, tratando de despertarlo, pero al parecer
seguía en su profundo sueño. Todos estaban agotados, así que se durmieron, cada
vez subía mas la marea, llego un punto en que ya no podían más, su tío era cada
vez más pesado, trataron de despertar a su tío, pero era imposible, parecía que
había muerto, así que lo dejaron, nievecitas no quería dejarlo, pero corría
peligro la vida de todos, la marea seguía subiendo, arrastras llevaban a
nievecitas, cada vez subían más la colina, hasta que uno de ellos dijo, miren
ahí está la mansión de la condesa, era una casa espectacular, pero también muy
aterradora, los rayos alumbraban la casa, la marea subió tanto que los niños no
tuvieron de otra más que seguir avanzando hasta que llegaron a la mansión.
Estaban en la puerta, podía oírse como bajaban de las escaleras, y de repente
se abrió la puerta, de inmediato el mayor de los sobrinos dijo: aprender a ser
dueño de ti mismo a lo que la anciana respondió: Y combatir de frente al
enemigo. Los invito a pasar, ya que afuera estaba horrible, les ofreció una
taza de chocolate caliente, era muy amable, perecía un linda abuelita, ella
sabía el nombre de todos los sobrinos, ya que el tío Ramón le conto sobre sus
vecinos. Siempre tener historias a la mano, la condesa les conto que ella
conoce desde hace mucho a Ramón, y él siempre cuenta la misma historia, pero
ella no está de acuerdo porque a veces agrega cosas que no van, ella no come
hombres, es cierto que fue condesa, pero era una simple anciana que viva sola
en una mansión. Nievecitas le conto lo que había ocurrido, la anciana le dijo
que no tenia de que preocuparse, dado que su papá tenía más vidas que un gato y
sabia cuidarse bien. Tener siempre historias a la mano y atenerse a las leyes
del marino.
Jehová Jafet Cardoso Lópz 2º "F" #7
González Jiménez José Abel No.16 2-F
ResponderEliminarEn lo personal me ha encantado el libro, pues no es únicamente una historia de aventura y tragedia. Creo que es una historia con un mensaje muy profundo, Abascal nos regala una serie de reglas que probablemente le han ayudado a lo largo de su vida y las sustenta con pequeñas historias que abalan su mandamientos.
Antonio Abascal Díaz Barreiro. (1997). Las leyes del marino. México: Gran angular.
La historia comienza con la repentina muerte de la madre de los Zamora, ellos no encuentran consuelo alguno, por lo que su tía en busca de alegrarles el corazón los invita a pasar unos días es su casa. Durante el trayecto del aeropuerto hasta la casa de la tía, los Zamora fueron entrando en confianza con sus familiares pues ya había pasado mucho tiempo desde que los habían visitado por última vez. José Domingo el más grande de los Zamora de inmediato fue atrapado por el recién nacido encanto de su prima Nievecitas que apenas tenía 15 años de edad, ella estaba sufriendo unos cambios realmente bellos, Nievecitas también sentía algo por José Domingo pero no sabía lo que significaba. Al llegar a la fachada de la casa, los Zamora quedaron sorprendidos pues la casa de su tía era realmente grande, en el pasillo pudieron encontrar una diversidad enorme de pajarillos.
Al final del pasillo estaba la sombra del tío Román, cuando lo vieron de frente no pudieron creer el parecido que tenía con un pirata pues usaba un parche negro en su ojo izquierdo, estaba pasado de peso y tenía al parecer un carácter de pirata.Evitaron entablar una conversación hasta la cena, el tío Román les propuso dar un viaje por el mar la mañana siguiente, de inmediato su esposa se resistió a dejarlos partir pues ella aseguraba que era una locura. La decisión estaba tomada la mañana siguiente partirían y la hija del tío Román los acompañaría. Durante la noche ninguno de los Zamora pudo dormir pues no dejan de pensar en cómo sería está nueva experiencia la de viajar por el mar con su tío Román quien en su juventud había sido un marinero.
Eran las cuatro de la mañana cuando escucharon las trompetas que avisaban el inicio de una aventura que los marcaría para siempre. Fueron hasta el puerto donde ya se encontraba un viejo amigo del tío Román, él ya tenía todo listo para zarpar iban a viajar en una lancha llamada Tiburonera. De inmediato se dirigieron al mar de pronto al asombro de todos el puerto se había ocultado por la marea de color azul, ahora se encontraban rodeados de agua y de tiburones según aseguraba el tío Román. A partir de este punto los tripulantes de la Tiburonera empezaran a poner todas sus emociones al limite, pues se encontraran con miles de desafíos para poder regresar a casa.
LAS LEYES DEL MARINO
ResponderEliminarLas leyes del marino es una novela del escritor mexicano Antonio Abascal Díaz quien estudio Ciencias de la Comunicación y se ha desempeñado como guionista, periodista y publicista en medios impresos, cine, radio y televisión. Esta obra obtuvo el premio Gran Angular en 1996.
Es una novela de ficción, valores y armonía entre los personajes que viven la historia.
El narrador de la historia no es un personaje, está narrando en tercera persona y nos va dando características particulares de los personajes y lugares que se desarrolla la historia.
La historia esta situada en México ya que dé hay vienen los jóvenes, pero exactamente no se sabe si existe o no Puerto Mahúl.
Este libro nos narra la aventura de los hermanos José Domingo (17), Anselmo (12) y Simón (13) Zamora quienes van de vista a Puerto Mahúl, lugar donde vive su tía Nieves con su familia que es formada por su hija Nievecitas y su esposo Román quien se dedica a la pesca desde hace muchos años.
Días después de la llegada de los jóvenes, el tío Román les propone ir de pesca pero a este viaje se les pega Nievecitas quien al igual que los chicos quiere descubrir los secretos que el mar les tiene guardados.
“Reza así por un viaje de pesca…que exageración”
Jovenes Zamora (2000)
Con el paso del viaje, el tío Román les empieza a contar a los chicos sobre las aventuras que ha vivido en el mar, desde la historia de Celerino Bojórquez su amigo del ama quien fue asesinado, hasta la historia de la Condesa de Villaespesa quien no era exactamente a la persona que describían las leyendas del pueblo.
A lo largo de la historia este grupo de navegantes van teniendo muchos inconvenientes y gracias a estos, el tío Román va narrando las historias señaladas anteriormente.
Los jóvenes van demostrando su fuerza y perdiendo sus miedos con forme pasa la historia ya que cada historia contada, contiene una nueva regla para una exitosa navegación como “No dar puñaladas por la espalda”, “Tener cada noche un nuevo sueño”, “Pasar las penas llorando quedo” etc.
“Los hombres beben siempre ser amigos en el mar y al momento de cantar una canción”
Tío Román (2000)
El mar puede llegar a ser muy peligroso, más cuando asciende su nivel y llega una surada a destruir todo a su paso, por ello los chicos quedaron a la deriva con mucho cansancio pero salvados de morir ahogados gracias a los consejos de su tío Román.
Las características de los personajes nos dan a entender que son personas humildes pero con grandes historias que contar gracias a lo que han vivido en el mar. Tiene muy fijos sus valores y la forma de apoyares en cuestión familiar.
Aunque la historia no es muy reciente podría recomendarla a cualquier tipo de lector ya que nos deja una muy buena enseñanza y aunque puede llegar ser un poco tediosa por las características, esto sirve para imaginarnos el lugar donde se vive la historia y la forma de ser de los personajes.
“Pasar las penas llorando quedo, y las culpas aventarlas por la borda”
Tío Román (2000)
A mi forma de ver la historia, creo que esto no aplica precisamente a los marinos con exactitud, si no que nos quiere dar a entender que los marinos somos nosotros y el mar nuestra vida, la surada puede llegar a ser los problemas que nos debilitan a seguir adelante pero al final de cuentas podemos salir a delante y aprender de los errores pasados para no volver a cometerlos en el futuro y seguir con una vida digna y feliz hasta cumplir con la misión que tenemos en nuestra vida y con las personas que nos rodean.
“Aprender a ser tu propio dueño… Y combatir de frente al enemigo”
Condesa de Villaespesa (2000)
Alma Osbelia Sánchez Domínguez 2 F N-L38
Reseña de "Las leyes del marino" de Antonio Abascal Díaz Barreiro
ResponderEliminarPor Alina Aguayo Rosas
Reseña
“Pasar las penas llorando quedo, y las culpas aventarlas por la borda” Todo comienza cuando tres hermanos pierden a su madre, Anselmo, Simón y José Domingo, tres hermanos que lo único que los une realmente es esa perdida, por lo que terminan el la casa de su tío Román, un navegante extremista, rudo y un poco loco. Después de una rica cena en su casa, su tío les informa a los tres Zamora y a su hija Nievecitas, que descansen y recuperen fuerzas, pues al día siguiente un poco antes del amanecer partirían en la tiburonera a pescar. Pero para ser el tío Ramón arrogante y temible navegante, la tiburonera resulto ser un pequeño bote, inseguro incluso para un solo pasajero abordo.
Pero a pesar del miedo de morir en ese pequeño barco, nuestros jóvenes, toman valor suficiente y se embarcan en la mayor aventura de su vida, una aventura que los llevará a lugares inimaginables, con historias increíbles de las aventuras de su tío y sobre todo, durante el viaje aprenderán las básicas leyes del marino, las leyes que les facilitará su supervivencia, en medio del temible y respetable océano.
Opinión
Bueno, de este libro y de los comentarios anteriores puedo decir que estoy en desacuerdo por varios motivos. El libro es corto y para sus pocas paginas puedo asegurar que el libro no despierta el interés del lector o no lo hace de la forma correcta, el libro esta escrito y narrado para que cada lector tenga cierta enseñanza sobre la vida, pero la forma en que te las expresa es demasiado predecible o demasiado obvias, por lo que rápidamente le puedes perder el interés, el autor necesita una forma de escribir donde el lector descubra por si mismo esas enseñanzas. No me gusto la construcción de sus personajes principales, me parecen muy simples, especialmente la de los 3 hermanos Zamora, creo que ellos y la hija de Ramón son para mi, innecesarios en la trama, creo que el libro hubiese sido un mayor éxito sí el autor se enfocaba más en las aventuras del tío Ramón en sus años de juventud y madurez, donde al final las moralejas son las mismas, pero sin duda hubiesen sido más emocionantes.
Algo a favor que si puedo destacar, son las odiseas del tío Ramón, son ingeniosas, graciosas y sobre todo difíciles de creer, sí tuvieran una mejor descripción y ambientación, estas serían el mejor atractivo del libro.
lAS LEYES DEL MARINO.
ResponderEliminarNº de páginas: 128 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: EDICIONES SM
Lengua: CASTELLANO
Un viaje iniciativo en el mar ayudará a tres hermanos a superar la pérdida de su madre
Anselmo, Simón y José Domingo acaban de perder a su madre. Así, las vacaciones en Puerto Mahúl no parecen tener más sentido que el de hacerles pasar la tristeza a la orilla del mar, y solo la prima Nikkie, con sus grandes ojos y su sonrisa, es capaz de aliviar las penas de los tres hermanos Zamora y, en especial, las de José Domingo. Pero cuando los cuatro se embarcan con su tío Román el navegante en una excursión de pesca, poco pueden sospechar lo que se les viene encima: los marineros de agua dulce encuentran tormentas, naufragios y extraordinarios personajes, pero, sobre todo escuchan las locas historias del tío, que les enseña a combatir el miedo de frente a creer en las leyes del marino.
En este libro el autor narra acontecimientos divertidos en interesantes que al lector le brinda una buena lección de la vida, pues se refiere a la vida como un oseano, lo que sucede con uno mismo.
“Pasar las penas llorando quedo, y las culpas aventarlas por la borda”Son las siete leyes sobre la vida.
En mi opinión esta es una excelente obra, es apta para estudiantes como nosotros pues también el lenguaje es apto, ya que cualquier otra persona puede entenderlo.
Este ha sido uno de los mejores libros que he leído sobre la vida, pues en lo personal se me hizo interesante al momento de leerlo.
Todo empieza en Puerto Mahúl, un grupo de niños iban de vacaciones con su tío José Ramón, quien los acogió en su casa junto con su esposa y Nievecitas, quien era su única hija. La tía les dijo que tenían que cenar muy bien y descansar, ya que al día siguiente el tío los llevaría de pesca. Todos muy contentos se fueron a la cama, para así dormir y poder madrugar. Dieron las seis de la mañana, era inevitable no escuchar la trompeta del tío Ramón, el que dicen fue un marino. La tía ya estaba despierta, con el desayuno sobre la mesa, y algunos almuerzos y agua para el camino. Los tres sobrinos y nievecitas se subieron a la camioneta, se dirigían al puerto. Todos esperaban un barco enorme, magnifico, al llegar al puerto, se encontraron con una pequeña lancha, que se llamaba la tiburonera, al parecer estaban un poco desilusionados, debido a las grandes expectativas de lo que sería la aventura. Todos abordo, dijo el tío Ramón, todos estaban un poco asustado por lo que el tío ramón dijo: Tirarse al mar venciendo el miedo, hacía referencia a que ninguno tenía que tener miedo, una vez adentro del mar, tenían que atenerse a las leyes del marino, abordo venia uno de sus amigos del tío Ramón, se adentraron en el mar, era normal los mareos que algunos tenían, la sed, el hambre, así que decidieron para en una pequeña población en donde vivía el otro mayor que venía abordo, se bajó con la noticia de que su perro había muerto, un excelente perro, muy bien entrenado, y cuentan que hasta la fecha se siguen escuchando los ladridos del perro en lo alto del cerro. Todos continuaron en su aventura, excepto el otro adulto, que se quedó en la isla. La aventura continua, y mientras esto pasaba, el tío continuaba narrando las leyes del marino. Al fin se detuvieron en un lugar en donde habida mas oportunidad de pescar, todos con su caña en la mano, pasaban los minutos y nadie lograba pescar nada, hasta que la caña de nievecitas se movía de un lado a otro, al parecer había pescado algo, pero dado su pequeño tamaño, no lograba alzar la caña de pescar, por lo que el mayor de los sobrinos, ansioso por pescar algo, empujo a nievecitas y tomo la caña, por lo que de inmediato el tío Ramón lo regaño y le dijo: No dar puñaladas por la espada; Cuando yo era marino, nosotros bailábamos cada noche, había una señorita llamada Marina, quien había estado con la mayoría de los de la tripulación, en una ocasión uno de mis amigos, se puso muy borracho, al ver a Marina bailar con otro marino, se enfadó tanto, que le echo bronca al otro marino, quien estaba en sus cinco sentidos, y le dio un fuerte golpe en el ojo a mi amigo borracho, yo lo llevaba cargando, lo deje sentado en el piso por un rato, en lo que se calmaba, cuando de repente se escucharon gritos, al parecer mi amigo borracho le había enterrado a aquel marino.
ResponderEliminarSarahi Martinez Rodriguez N.L,24 2DO F
EL TÍO RAMÓN JAJAJAJ. QUISITE DECIR: EL TÍO ROMÁN.
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